Transformamos la entrada de un edificio del s.XVII aportando modernidad y elegancia
Creamos una escena en torno a la figura de San Sebastián. Una fantasía en la que diseñamos una noche estrellada con varios discos suspendidos de más de 2m. rematados con cristales de Swarovski, tapizamos la gran puerta de la entrada de la iglesia de más de 4m. de altura con unos paneles lisos azul noche, transformamos la capilla como pieza central en un castillo y diseñamos dos relicarios totalmente hechos a mano en torno al Santo.
En el interior montamos una gran estructura para una iluminación perfecta, colocamos una máquina de humo bajo para simular un cielo nublado y las puertas laterales
las tapizamos con laureles. Una intervención moderna, respetuosa y elegante con toques novedosos en un edificio protegido con la particularidad de ser convento de clausura.